Si bien el mundo en el que vivimos hoy está muy atravesado por las letras (especialmente en las pantallas), no se le da a la corrección el lugar importante que tiene, es un campo muy infravalorado.
¿Quién es Victoria Canillas?
Mi nombre es Victoria Canillas, tengo 31 años. Me fascina leer y escribir, pero hace mucho que no retomo esa práctica. Soy profesora de Lengua y Literatura, sin embargo, la realidad es que nunca ejercí en el sistema formal. Me he dedicado a dar clases de apoyo a alumnos de varios niveles, trabajé en el área de Comunicación de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo, di clases de español para extranjeros y también tuve trabajos para nada relacionados con el campo de las letras.
¿Cómo llegaste a este campo profesional?
Corrijo casi desde siempre. Desde que iba a la escuela y mis compañeros me pedían que los ayudara con alguna tarea. Después comencé la carrera de Letras y amigos que no eran de la facultad me pedían que les corrigiera algún que otro trabajo importante para entregar. No me lo planteé como un ámbito profesional hasta casi el final de mi paso por la facultad, cuando me di cuenta de que la docencia no era lo que más me gustaba de mi campo de estudio. Al año siguiente, se abrió la Diplomatura en Corrección de Textos en la FFyL y supe que ese sí era el camino.
«No me planteé la corrección como un ámbito profesional hasta casi el final de mi paso por la facultad».
¿A quién admirás dentro de la profesión?
A la profesora y licenciada María del Rosario (Nené) Ramallo. Fue mi profesora durante la carrera de Letras y después dictó dos de los cuatro módulos de la Diplomatura de Corrección. Admiro realmente su vasto conocimiento en la lengua y la forma amena y simple que tiene de transmitirlo. Además, admiro su camino profesional y aspiro algún día a hacer algo parecido.
¿Cuáles son las mayores dificultades que encontrás en tu carrera?
Creo que, si bien el mundo en el que vivimos hoy está muy atravesado por las letras (especialmente en las pantallas), no se le da a la corrección el lugar importante que tiene, es un campo muy infravalorado. Hoy ni las redacciones de los diarios tienen la figura del corrector ni los noticieros cuidan la ortografía de los graph. A veces, hasta es muy difícil encontrar trabajo.