Laura Pérgola, actual vicepresidenta de PLECA, es escritora, editora y correctora de textos. Obtuvo los títulos de licenciada y profesora en Letras y de técnica en Edición en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA). Se doctoró en la UBA, en la Facultad de Medicina, en el área de Humanidades médicas. Es la directora de El Guion Ediciones, y con ese mismo sello acaba de lanzar el libro Escribir, editar y corregir textos.
1-¿Cómo y cuándo surgió la idea de producir Escribir, editar y corregir textos?
La idea de escribir este libro surgió hace mucho tiempo. Quería escribir un texto que incluyera mi experiencia como editora y, fundamentalmente, como correctora. Me propuse redactarlo de forma tal que fuera accesible a todo público, escritores, editores, correctores, traductores, estudiantes que recién empiezan y también para quienes llevan años trabajando en esta increíble profesión.
Además tuve en cuenta mis 20 años como docente de Corrección de Estilo, en la carrera de Edición en FFyL (UBA). Lxs estudiantes nos enriquecen con sus dudas, sus consultas, y muchas veces nos sorprenden. Recuerdo siempre cuando me consultaron si se decía “parecita” o “paredita”; en América, usamos “parecita”, pero generada la duda, busqué y existe como diminutivo “paredita”. Yo disfruto mucho editando, corrigiendo y enseñando…
2-¿Con qué criterio fuiste ordenando el temario?
Traté de abarcar todo aquello que genera dudas, como decía antes, tuve muy en cuenta mis clases, las consultas y todo lo que queremos encontrar en un libro, y que este nos permitiera acceder fácilmente a una respuesta.
Al principio, no tenía pensado hablar del proceso de escritura, pero me pareció que para editar y corregir, alguien (yo misma también) escribe, luego se edita y se corrige. El temario fue creciendo con el tiempo y algunos temas, como el del lenguaje inclusivo y no binario, me pareció que merecían tener un lugar en el libro. Lo mismo pasó con la escritura digital.
3-¿Cuál es el capítulo que disfrutaste más al hacerlo? ¿Y el que te resultó más desafiante?
Disfruté mucho escribir este libro en general. El capítulo de los 50 errores más frecuentes es uno de los que más me gustó escribir, porque son los errores que suelo encontrar en todos los textos que corrijo, de cualquier disciplina que me toque. ¡¡Seguro que el día que lo actualice agregaré unos cuantos más!! También, disfruté mucho escribir el capítulo “El corrector de estilo”, porque ahí pude reflexionar sobre nuestra profesión y expresar mi punto de vista. El de verbos fue el que me resultó más desafiante, porque quería centrarme especialmente en la correlación verbal, ese capítulo tenía que ser lo más claro posible. Creo que el tema “verbos” es complejo, y tanto yo como la correctora hicimos muchas consultas porque, como hablantes del español, nos surgían dudas constantemente.
La idea en todos los capítulos fue la de priorizar.
4-¿Te fue fácil encontrar a la persona indicada para corregir tu obra? Contanos un poco acerca de esa etapa.
Sí, no fue difícil encontrarla porque, después de muchos años en esta profesión, conozco muchxs correctorxs. En este caso, opté por alguien que además de ser correctora es una de mis mejores amigas. Ella me alentó mucho para que terminara el libro, confiaba mucho en Escribir, editar y corregir textos. Trabajar con alguien de confianza allana el camino. Aunque resulta imposible que no haya algún error porque, como dice Piglia, “el último corrector es el lector”, fue un trabajo exigente. Creo que la correctora no dejaba de pensar que por ser un libro que habla de la corrección era importantísimo que no quedara ni uno.
5-¿Cómo fue la repercusión desde su aparición?
La verdad me sorprendió mucho el interés, tanto de mis colegas y compatriotas como de correctorxs de distintas partes del mundo (Perú, Colombia, España, entre otros), y que me lo hayan hecho saber a través de las redes sociales me puso muy feliz. Me sentí muy halagada por el reconocimiento a mi trayectoria por parte de mis colegas. Resulta emocionante y me alienta para seguir pensando en otros proyectos que sigan enriqueciendo nuestro trabajo que, por cierto, es muy solitario y que implica tantas horas de concentración.
La primera edición fue una tirada pequeña, y por eso ahora ya está en imprenta la segunda.