#SomosPLECA | Dámaris Pettersson | Enamorada de la palabra

Lo que parecía un defecto de perfeccionista, Dámaris Pettersson lo convirtió en una profesión. Aprende con cada tema nuevo que aparece para corregir y le interesa todo lo que pueda saber.

Contanos un poco sobre vos. ¿Quién es Dámaris Pettersson?

Soy correctora de textos y me dedico a esta bella profesión hace ocho años. Estudié profesorado de Literatura y luego decidí seguir esta carrera con la que me identifico plenamente. Me encanta lo que hago y la oportunidad que me ofrece de tener un balance con mi vida personal. Soy curiosa por naturaleza, me encanta leer sobre temas nuevos y capacitarme de manera constante.

 

¿Cuántos documentos / libros llevás corregidos desde que iniciaste tu carrera?

Corregí ochenta y cinco documentos entre libros, tesis y tesinas. Luego están las correcciones que hago de páginas web, publicaciones para particulares que son muchas también, pero son textos más cortos.

 

¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?

Lo que más me gusta es que lo que parecía un defecto de perfeccionista devino en una carrera con la que podía tener ganancia cultural y económica. Ideal para mí. Aprendo con cada tema nuevo que aparece para corregir, me interesa todo lo que pueda saber. No quiero dejar de comentar que me encanta que no solo puedo corregir, sino que me dedico a la asesoría para autores, para estudiantes y sus textos académicos, trabajos de grado. Cuando me recibí, no pensé que podría expandirme de ese modo, pero después de un tiempo creé la cuenta de “Buena Letra correcciones” y fue espectacular tener ese contacto con posibles clientes y con otros que quieren aprender conmigo.

La cultura, la formación, el ojo de cada corrector hace de esta profesión un vasto mundo de posibilidades para elevar la calidad de los escritos”.

¿Cuál es la mayor equivocación o confusión en torno a la corrección?

Es creer que es una especie de changa. Es pensar que somos como el corrector de Word, pero humano (eso se lo escuché decir a una editora). No lo somos. La cultura, la formación, el ojo de cada corrector hace de esta profesión un vasto mundo de posibilidades para elevar la calidad de los escritos. Gracias al trabajo de tantos colegas, este concepto fue mutando, aunque todavía nos resta un largo camino por andar.

 

¿Por qué te asociaste a PLECA?

Para formar parte de un grupo de profesionales de la corrección con quienes pueda compartir penas, glorias y dudas del día a día. La corrección es una tarea solitaria, horas con los textos, comas, puntos, sintaxis… pero gracias a PLECA quienes corregimos ya no nos sentimos solos. Yo no me siento tan sola.

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