Una correctora nata, Luciana corregía textos en la escuela secundaria, ¡los de sus compañeros de clase! Hoy, ya profesional, vive de la corrección.
Contanos un poco sobre vos. ¿Quién es Luciana Fernández Verbena?
Soy una profesional de las letras, vivo de la corrección y eso me llena de orgullo y de felicidad. No hay nada que disfrute más que acostarme en la cama, después de un día agotador, con un buen chocolate y un libro.
¿Cuántos años de experiencia tenés?
Me recibí en el 2010 en el Instituto Superior de Letras Eduardo Mallea, y desde entonces me dedico a la corrección y a la redacción de textos.
¿Cómo llegaste a este campo profesional?
Desde muy chica me gusta leer, me acuerdo de que mi mamá me compraba los libros de Barbie espía (todavía tengo algunos). Siempre me gustó la literatura, en todas sus formas y géneros. Leo de todo. Ya en la adolescencia empecé a encontrarle el gusto a la corrección de textos, cuando mis compañeros me pedían que les corrigiera sus monografías, me salía como algo natural. Lo disfruté mucho, era un placer para mí.
Al terminar el colegio decidí seguir la carrera de Comunicación Social, pensé que podía tener algo que ver con lo que a mí me interesaba; pero no fue así, por lo cual dejé e investigué qué podía estudiar hasta llegar al Mallea. Allí cursé toda la carrera, contenta de haber encontrado lo que realmente quería para mi vida profesional y me recibí.
“Ver el producto final y la felicidad de mis clientes cuando lo reciben, para mí eso no tiene precio”.
¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?
Leer, mejorar esos textos que llegan a mis manos, ver el producto final y la felicidad de mis clientes cuando lo reciben, para mí eso no tiene precio. Se entabla una relación muy íntima, es a través de sus textos que los entiendo, los conozco. Me encanta que me confíen su más preciado tesoro y lo trato como tal, con el respeto y el amor que se merece.
¿Por qué te asociaste a PLECA?
Para formar parte de una comunidad que me entiende, que sabe de qué se trata esta profesión, para tener contención de otros y otras profesionales que, como yo, nos metemos en este maravilloso mundo de una manera silenciosa, diría que casi en las sombras.