Milagros Schroder es multifascética y emprendedora. Mujer, madre, profesional y feminista, nos insta a valorar y hacer valorar nuestra profesión.
Contanos un poco sobre vos. ¿Quién es Milagros Schroder?
Yo soy Milagros Schroder: mujer, madre, profesional y feminista. Soy fanática del mate, devuelvo tuppers y libros cuando me prestan y no veo series. Estudié Corrección de textos en el Mallea y ejercí siempre mi profesión a través de mi emprendimiento profesional (De corderos y de flores). Desde hace varios años, además, trabajo como docente de la carrera en la modalidad a distancia y, hace un poco más de un año, fundé Proyecta junto con Virginia Cinquegrani, para acompañar a profesionales de la lengua en el armado de sus emprendimientos. En paralelo con estos proyectos, trabajo en Faro digital en el dictado de talleres sobre la construcción de la ciudadanía digital. Me encanta el ejercicio de mi profesión, pero mi vocación es la docencia. Me enriquece el intercambio con otras, otros y otres que acercan sus experiencias para construir conocimiento compartido. Creo que en lo colectivo crecemos mejor.
¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?
Lo que más me gusta de la corrección es que no tiene límite geográfico. Tenía una profesora que repetía que todo texto se puede corregir. Me gusta pensar en la cantidad de textos en español que circulan en el mundo para entender el potencial profesional que tengo.
¿Cuál es la mayor equivocación o confusión en torno a la corrección?
Creo que la corrección se vive como una profesión pasional, romántica. Desde afuera la ven como una pavada (saber las tildes y ya) y desde adentro del proceso editorial se ve como un eslabón prescindible. La inspiración general para estudiar la carrera es el gusto por la literatura. Nuestra profesión es un trabajo de comunicación, de interpretación, de análisis. El placer que nos da leer a Benedetti o a Borges no puede trasladarse como regla de tres simple al ejercicio profesional. Y esta mirada sesgada nos lleva a no valorar todo el recorrido de capacitación que hacemos y que requiere la corrección para poder aplicarse con criterio profesional. La corrección no es una changa ni una salida laboral fácil: es una elección de estudio, una carrera profesional. Es necesario valorar nuestra profesión y hacerla valorar.
¿Qué herramientas o recursos no te pueden faltar?
Los comodines y las macros en Word son dos herramientas que no pueden faltarme cuando corrijo. Como recurso, el manual de estilo (si lo hay) y el DPD para consultas varias.
¿Realizaste algún curso últimamente? ¿Sobre qué tema?
Terminé una diplomatura en Estudios Feministas de la Universidad Nacional del Chaco Austral e hice un curso virtual llamado «Lenguaje, género y poder. Perspectiva de género en el lenguaje», de la Asociación Pensamiento Penal.