La lengua juega un doble papel en la vida de Romina Navarro: es su pasión-profesión y es el medio del que se vale para luchar por las causas que considera justas. Traductora, correctora y activista, Romina apuesta por la construcción colectiva en todas sus facetas.
Contanos un poco sobre vos. ¿Quién es Romina Navarro?
Soy comunicadora social, traductora, correctora, activista, feminista, motociclista y viajera. Me apasiona todo lo relacionado con la lengua y la comunicación, y no pierdo oportunidad para seguir estudiándola.
Integro una comunidad internacional de periodismo ciudadano y derechos humanos llamada Global Voices, donde escribo y traduzco, y con la que aprendí a ampliar la mirada sobre lo que pasa en mi país y cómo se relaciona con el mundo.
También los feminismos y el intercambio con colegas «del palo» me enriqueció con nuevas perspectivas y me llevó a cuestionar mucho de lo que daba por sentado sobre la lengua y sobre nuestra profesión, especialmente con la visión colectiva y colaborativa de trabajo, que me dio el impulso que necesitaba para generar grandes cambios en mi vida laboral y personal.
¿Cómo llegaste a este campo profesional?
Siempre tuve pasión por la lengua y los idiomas, y todo lo relativo a la comunicación. Primero estudié Comunicación Social en la Universidad del Zulia, Venezuela. Años después, en Argentina, estudié traducción literaria y técnico-científica de inglés a español. Fui explorando especialmente el funcionamiento de las lenguas y cómo se instrumenta el discurso para crear y transmitir visiones del mundo.
Continué mi formación con la carrera corta de Corrección Internacional de Textos en la Fundación Litterae, donde profundicé mis conocimientos sobre la lengua española y sus variedades, con la idea de ponerlos al servicio de las personas u organizaciones que necesitan establecer un vínculo sólido con sus audiencias.
¿Cuál es tu cita favorita sobre la corrección o la lengua en general?
«Las únicas lenguas que no cambian son las lenguas muertas».
No sé a quién pertenece esta frase, pero resume exactamente lo que siento cada vez que veo un neologismo u oigo hablar a las personas más jóvenes. Haber manejado dos variedades dialectales tan distintas, con los malentendidos habituales que se dan al principio, me hizo entender que las lenguas son muy versátiles y, con nuestro ingenio, las adaptamos constantemente para describir cada entorno y construir nuevas realidades.
La lengua viva seguirá cambiando como cambian sus hablantes y las sociedades, y observar esos cambios es una de las cosas que más me apasiona.
¿Por qué te asociaste a PLECA?
La visión colectiva de las comunidades donde participo me enseñó que hay formas menos solitarias de encarar nuestro trabajo, y estaba segura de que PLECA no sería la excepción. Deseo alimentar a esta comunidad tanto como espero que ella me alimente a mí, con trabajo conjunto y camaradería.
¿Realizaste algún curso últimamente? ¿Sobre qué tema?
Acabo de terminar un curso de Community Manager, que me me dejó muchas herramientas e ideas nuevas para mejorar las comunicaciones en la era digital y gestionar mi propia marca e imagen en las redes.
También estoy cursando un taller maravilloso de traducción literaria, por cierto, dirigido por nuestra colega plequense Erika Cosenza.
Tengo la intención de seguir capacitándome y actualizándome, siempre que los tiempos me lo permitan. La lengua es una materia cuya riqueza infinita que me apasiona y me sorprende todos los días.
LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/romina-navarro-she-her/
Linktr.ee: https://linktr.ee/RomiNavarro
Instagram y Facebook: @tradumotera