Lectora enamorada de los policiales negros, le tomó atravesar varias carreras para darse cuenta del gusto por la corrección de textos y del sueño de trabajar y vivir de ello. Después de todo, ¡corregir puede ser una labor detectivesca!
Contanos un poco sobre vos. ¿Quién es Sofía Jordi?
Luego de pasar por algunas materias de la Licenciatura en Letras de la UNLP, descubrí mi amor por la corrección, por encontrar las erratas en los textos y buscarles el sentido que me transmiten los libros. Me gusta mucho aprender las variaciones de la lengua, las irregularidades y los cambios de sentido según cómo se combinan las palabras. Soy una lectora enamorada de los policiales negros, thrillers psicológicos y novelas históricas.
¿Cuántas horas por día trabajás?
Si bien intento aprovechar al máximo mis días, la realidad es que depende de la intensidad y extensión de cada trabajo. A veces es más amable con el texto, y con uno mismo, dedicarle menos tiempo para no incurrir en equivocaciones o perjudicar la labor propia para futuros encargos. Con todo esto, le dedico todas las horas que me es posible.
¿Cómo llegaste a este campo profesional?
Siempre me llamaron la atención los idiomas y la forma en que se comunican las personas. Estudié inglés de forma independiente y alemán con un profesor en la Escuela de Lenguas de la UNLP. Me tomó atravesar varias carreras para darme cuenta del gusto por la corrección de textos y el sueño de trabajar y vivir de ello. En este sentido, trato de mantenerme en formación, de estar atenta a cursos, capacitaciones o jornadas que enriquezcan mis conocimientos. En lo que pasó del año realicé cursos de creación de libros digitales, enseñanza de español para extranjeros, periodismo y locución, entre otros.
“La corrección puede ser muy solitaria, por lo que le recomendaría asociarse a PLECA o buscar grupos donde haya un intercambio de opiniones”.
¿Cuál es la mayor equivocación o confusión en torno a la corrección?
En mi experiencia, la mayor confusión que se tiene acerca de la corrección es pensar que estamos todo el tiempo corrigiendo a la gente con la cual nos vinculamos, o que somos “policías” de la lengua preparados para amonestar ante la menor equivocación. Algunas personas dejaron de escribirme mensajes y se pasaron al audio, otras me anticipan “perdón si escribí mal algo”.
¿Qué le dirías a una persona que quiere dedicarse a la corrección?
Por momentos, la corrección puede ser muy solitaria por lo que le recomendaría asociarse a PLECA o buscar grupos donde haya un intercambio de opiniones, consultas, problemas que les hayan pasado a otros profesionales y cómo los resolvieron. A veces, los problemas que surgen no tienen nada que ver con la corrección en sí, sino con otras cuestiones como saber administrarse el tiempo o el ingreso, reconocer los materiales que más sirven, familiarizarse con los programas de corrección, conocer las plataformas donde publicitarse, es decir, saber hacer uso de todos los recursos disponibles que nos permiten vivir de esto.