Por Leonora Madalena* Es natural que las nuevas generaciones quieran romper los moldes; lo preocupante sería que no lo quisieran. La nueva propuesta de un sector —agregar una terminación en “e” para evitar el masculino genérico— llegó para agitar el avispero y muchas personas la rechazan y la consideran un disparate. Así ha ocurrido a lo largo de la historia, siempre ha costado aceptar y adoptar los cambios propuestos por las nuevas generaciones. Ahora bien, ¿si no se adopta la novedad, la única alternativa es seguir usando un lenguaje sexista? Así empieza el artículo “Parar un tsunami con el diccionario”, […]
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