Corregir un texto sirve, ante todo, para mejorar la comunicación entre el emisor/autor y el receptor/lector. Esto se logra mediante la adaptación del texto a la normativa del español y al mejoramiento de las distintas facetas de la redacción para que la comunicación sea lo más clara posible. El corrector, además de ser un profesional formado para realizar estas tareas, puede funcionar también como «lector modelo», aquel que sirve para verificar que lo que el autor está intentando transmitir efectivamente se lea como este lo pensó y no de otro modo.